Muy feliz día a todos los queridos profesores de nuestro instituto «Rodolfo Walsh»

Educar es lo mismo que poner un motor a una barca: hay que medir, pensar, equilibrar y poner todo en marcha. Pero para eso, uno tiene que llevar en el alma un poco de marino, un poco de pirata, un poco de poeta y un kilo y medio de paciencia concentrada. Pero es consolador soñar, mientras uno trabaja, que ese barco, ese individuo irá muy lejos por el agua. Soñar que ese navío llevará nuestra carga de palabras hacia puertos distantes, hacia islas lejanas. Soñar que cuando un día este durmiendo nuestra propia barca, en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada.

¡NUESTRO ESPECIAL SENTIDO Y CARIÑOSO RECONOCIMIENTO A QUIENES SE HAN ACOGIDO AL BENEFICIO DE LA JUBILACIÓN!

Gabriel Celaya

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